A día de hoy está extendido el mensaje de que queremos que nuestros hijos sean felices, parece que ya no importa tanto el continuar con las empresas y oficios por tradición familiar y que hay un poco más de elección… pero la realidad es que una visión completamente imparcial e incondicional es muy difícil de que se dé, porque tener expectativas es algo que ocurre innata e inconscientemente. Igual consigo que, como adulto, me dé igual la carrera que estudie mi peque en el futuro, trato de potenciar sus intereses, y por ahí siento que elija lo que elija no me va a chirriar, pero puede que por otro lado, si soy una persona muy familiar, y de repente mi hijo/a me dice que ha decidido irse a la otra parte del mundo por varios años a empezar su nueva vida ahí, pues igual me duele y en ese momento no soy capaz de alegrarme del todo, porque me invadirán sentimientos encontrados. Igual si vengo de un entorno trabajador y tengo facilidad para embarcarme en proyectos, me cuesta que mi hijo/a decida no hacer nada en todo el día, no quiera estudiar, y no tenga la misma cultura del esfuerzo. 

Y repito: esto es completamente normal. Todos y todas tenemos creencias, venimos de un lugar que puede explicar por qué actuamos de esa manera, lo que esperamos…pero lo que es importante es ser conscientes de cuáles son y de cómo afectan a nuestros peques en el día a día. Si nuestras creencias encasillan y reducen sus posibilidades, igual sí tienen un efecto negativo en el futuro. El padre de Candela, una vez se da cuenta de que ella no quiere eso, le explica que su satisfacción en la vida fue poder ofrecerle todo a su hija, y entiende, o acepta, que ella quiera llevar otro futuro. Evoluciona y actúa de una manera que su padre no actuó con él, pues cuando él se marchó de la tierra del fuego, su padre rechazó su despedida y no aceptó que quisiera marchar.

Podemos pensar también que quizás Candela podría no haberse atrevido a decir nada y hubiera seguido con el negocio familiar sin cuestionarse. Y es verdad, puede que esto pase en algunos casos y es un poco el peligro de presionar con algunas ideas. Por otro lado, también ofreció momentos de crecimiento, de relacionarse con otros clientes y de estar unida a su familia y experimentar esa unión durante años. Con estos matices me refiero a que cada uno de nuestros actos o pensamientos tiene consecuencias, algunas más positivas, y algunas más negativas.

Lo más importante de todo esto es darnos cuenta de lo que estamos transmitiendo. Si huimos de lo que pensamos, o lo rechazamos y buscamos excusas, no entenderemos o no veremos lo que podemos proyectar en nuestros hijos/as. Esto influye en el estilo educativo que hemos vivido y el que estamos exteriorizando, etc. Para mí, conocer el porqué de las cosas es la única raíz que nos lleva a entendernos y, por consiguiente, poder ayudarnos a nosotros y a nuestros peques. En la página principal de la web te explico en una serie de emails cómo detectar todo esto para que te puedas conocer mejor en el proceso de la crianza. Si todavía no te has suscrito, puedes hacerlo, estoy segura de que verás la relación con todo lo que te estoy contando hoy.

¿Cuál es el papel de la madre? En esta parte de la trama, en la que Candela trabaja mano a mano con su padre, aspira a llevar la tienda, etc., la madre se mantiene en un segundo plano. Puede ser que, por ser conocedora de las ilusiones de su marido, por compartirlas, por no darse cuenta al estar demasiado cerca en el entorno, o por la razón cultural / tradicional de que la mujer ha tenido un rol más sumiso a lo largo del tiempo, no tiene una conversación con él para decirle que quizás está poniendo mucho peso sobre la niña. Sin embargo, se aprecia una creencia clara en el proceso: para ella, el amor está por encima del resto de las cosas. La mujer se encargaba en la trastienda de leer si la relación de las parejas iba a ser fructífero o no. Durante la película, se quejaba de que Candela no “olía” a estar enamorada, hasta que empieza a notar un cambio. Estas quejas dejaban ver la importancia o las expectativas de la mamá respecto a que su hija encontrase pareja. Por tanto, ahí hubiéramos tenido un choque madre-hija si Candela le hubiera dicho que su decisión era no tener pareja, por ejemplo. Esta misma creencia que al principio le conduce a estar rumiando y haciendo comentarios, cuando la madre detecta que Candela está enamorada, le lleva a entender que si es amor real, está por encima de cualquier elemento (en el caso de la peli) o cultura o clase social en el caso de la vida real. Ahí entra en conflicto de ideas porque el padre no entiende una mezcla de agua y fuego, pero la madre, quien en teoría tiene un don para interpretar si el amor es real o no, ve que sí y entonces se muestra más comprensiva. No por ser mejor ni peor que el padre, sino porque en ese ámbito sus ideas eran más afines a la realidad que su hija estaba experimentando.

Otro aspecto que me gustaría comentar es la importancia de la sociedad y de la construcción de identidad que se da en la adolescencia. Aparte de mostrar esa parte divertida y de actividades que Candela necesita hacer, y de descubrimiento en la ciudad y de sus talentos, también se ve cómo en la adolescencia comienzan a ser importantes las figuras de amistad y lo bonito de ampliar perspectivas. La protagonista va a conocer a la familia de Nilo, quienes pertenecen a un elemento y a una clase social diferente, y quienes también tienen una percepción de la vida, de la personalidad y de las emociones muy distintas. En esta etapa, es importante que los adolescentes se enfrenten a conocer a colectivos distintos, a relacionarse con gente que no sea de su núcleo tan cerrado, para poder contrastar todas estas vivencias y realidades con las de los demás. Si Candela no hubiera encontrado a Nilo, quizás nunca se habría atrevido a cuestionarse si quería seguir con la tienda de su padre o no.

Otro hecho que personalmente me encantó y que no quería dejar de exponer fue la ruptura de patrones y estereotipos que se ve a lo largo de la peli. Así como se refleja una parte más tradicional en cuanto a genealogía, creo (y es solo mi opinión) que la caracterización no se ha dejado como fruto del destino, sino que se ha cuidado mucho lo que transmitía cada personaje. Candela es fuego, tiene problemas de autocontrol cuando se enfada, lo que hace que su llama se dispare, y quema cosas alrededor. Esta es una representación muy gráfica de lo que producen estos desbordes de carácter, aunque suelen ser signos que se relacionan con personajes masculinos, como el caso de Ira en la película de Inside Out.

Por otra parte, nos encontramos con Nilo, el personaje de agua que conoce a Candela y que tratará de ayudarla en el proceso. Nilo se ve absorbido por las tuberías que se rompen en la tienda del padre de ella y así se conocen. Ella lo persigue para que no le ponga una multa, etc, y a partir de ahí empiezan a relacionarse. Desde el primer momento, Nilo representa una gran empatía, tan grande que se deshace en lágrimas al ver muchas cosas. Es él el que le dice que cuando retenemos un enfado y no entendemos lo que pasa este se hace más grande, el que la invita a perseguir sus sueños, quien la invita a casa, quien insiste para probar y ver si sale bien su relación… y personalmente me gustó mucho que esto fuera representado por la parte masculina, ya que normalmente muchos referentes de este sexo se asocian con no expresar emociones, miedo al compromiso, falta de empatía y de gestión emocional, etc. 

Retomando el ejemplo del autocontrol y tomándolo basado en un caso real, cuando tenemos a un peque que tiene problemas de autocontrol, me gustaría analizar la postura del padre. Cuando ella estallaba o prendía la tienda y dañaba materiales porque la llama se expandía, su padre le decía que él seguiría con el negocio. Ella sentía que no estaba preparada, y lo volvía a intentar en otro momento. Él se callaba frente a los clientes y les daba la razón o les daba un producto gratuitamente para que no pusieran problemas, pero eso a Candela la enfadaba tremendamente y a raíz de esto venían las explosiones.

Cuando tenemos peques con problemas de impulsividad, hacerles ver que no están listos para algo no es la solución, pues la frustración crece todavía más, lo que les conduce a ser más impulsivos y que la emoción sea más incontrolable. Sin embargo, si los acompañamos en el proceso y damos pie a que las emociones sean expresables y las tomen como válidas, bajará la intensidad y a partir de ahí podremos funcionar de corteza prefrontal. En el episodio número 7 hablábamos sobre la frustración. Los sentimientos están para decirnos algo, como por ejemplo enfadarnos cuando una señora quiere hacer trampas con una oferta y llevarse algo gratis que debería pagar en nuestra tienda. Según nuestra creencia, esto está mal, por lo que nuestro cuerpo entra en contradicción con nuestra mente, y lo que instintivamente haríamos sabemos que no lo podemos hacer. Si alguien nos dice que ese límite no lo tenemos que marcar (en este caso papá cuando le decía que había que darle la razón a los clientes), todavía nos enfadamos más, pues al silenciar nuestra opinión, es como si le pusiéramos la tapa a la olla a presión. Cuando llega Nilo, este le pregunta si se ha dado cuenta de que, cuando no escucha a su cuerpo, su enfado crece. A raíz de esto, Candela primero lo niega pero después empieza a dar vueltas al tema y a darse cuenta del rechazo que tenía a tener que encargarse de la tienda, el cual ni siquiera se había planteado porque no se había dado espacio a ello.

Por resumir, me quedo con tres ideas principales de la película:

• La importancia de conocer nuestras expectativas, identificar de dónde vienen nuestros comportamientos y creencias y valorar el impacto en nuestros peques.

• Lo difícil y crucial que es desarrollar el autocontrol, pero sin la figura de acompañamiento de los adultos es imposible.

• Sin gestión emocional y sin permitirnos entender qué motor nos lleva a actuar y por qué hacemos las cosas, no llegaremos a entender muchas otras que nos pasan, o nuestras propias necesidades no satisfechas.

Como punto totalmente subjetivo, la verdad es que la película me encantó. Me pareció que estaba llena de detalles muy mimados, me gustaron los valores que trataba de transmitir y creo que es un espejo en el que muchos nos podemos ver reflejados y que da pie a la auto-observación. Si tienes algún matiz o alguna pregunta diferente, ¡te leo encantada! Y si puedes, me encantaría que compartieras el post con alguna persona a quien pudiera ayudarle ¡Hasta la próxima! 👋🏻😊