Vamos a imaginar que Pau tiene 5 años y ha visto durante unos meses que a su mamá le iba creciendo la barriga durante unos meses, que han movido su habitación porque le han dicho que ahí iba a ir otra persona, que mucha gente empieza a preguntarle por su “hermanito”... hasta que un día ese desconocido nace. Ve que papá y mamá lo dejan en el cole y se van a pasear con él, que duerme en su habitación y que cuando él lo intenta le dicen que no, que le dan de comer y le dan mimos… Un día, Pau no quiere comer y se da cuenta de que papá se vuelve a sentar con él a dárselo. Su cabeza hace “clic”... 💡 Analicemos:

1. Percepción. Pau se ha dado cuenta de que a la nueva persona que está en casa le prestan atención y le ayudan a hacer cosas para las que a él no le ayudan.  Pista: los peques son muuuuy buenos en percibir sentimientos y prestar atención a los detalles. ✅

2. Interpretación. Cuando dejo de hacer algo que sé, los papás me prestan un poco más de atención.

3. Creencia. Se va desarrollando la creencia en su mente, basada en la percepción y en la interpretación, de que para poder tener la atención de papá y mamá, Pau tiene que dejar de hacer cosas que antes sabía hacer. ⚠️ Así como percibir se les da muy bien, las creencias que se van desarrollando pueden ser erróneas. Veremos las metas equivocadas.

4. Decisión. En base a los puntos anteriores, Pau toma la decisión de dejar de comer por sí mismo para así conseguir que papá se vuelva a sentar con él y tener ese ratito de atención. Esta decisión depende de la lógica privada de cada persona y reforzará las ideas para seguir repitiendo patrones en el futuro, lo que podría extrapolarse a no querer quedarse solo a la hora de dormir, incluso hacerse pis encima. 

Probablemente, dentro de todo el cansancio y lo que supone atender a un peque recién nacido sin intentar que el más mayor pueda sentirse así, papá y mamá piensen que avanzamos hacia atrás, que Pau está perdiendo autonomía y no quiere colaborar, incluso en momentos de enfado pensar que lo hace por fastidiar… pero la realidad es que Pau está teniendo una necesidad de atención más demandante en ese momento, puesto que tras la incorporación de otra persona a la unidad familiar, el sentimiento de pertenencia se está tambaleando y necesita reafirmarlo de otras maneras. Si en ese momento somos capaces de ver qué nos está queriendo decir, y no focalizar solo en su comportamiento si no en intentar entender la lógica que hay detrás, podremos encaminar nuestras actuaciones a fortalecer ese sentido de contribución y que se vuelva a sentir tan parte de la familia como antes. Cuando estamos en calma y dejamos de estar alarmados, recuperamos la estabilidad y la normalización.

Si quieres conocer más sobre las metas equivocadas o cómo recoger información para interpretar algunos mensajes, házmelo saber 💬 Estoy encantada de leerte 😊 ¡Hasta la próxima! 👋🏻