¿Cómo relacionamos esta protección con el desarrollo de un apego seguro?

El apego seguro es fundamental en el desarrollo emocional y social de los niños. Según investigaciones y teorías respaldadas por expertos en psicología y desarrollo infantil, las bases de un apego seguro se establecen a través de ciertos elementos clave:

Sensibilidad y responsividad

John Bowlby definía como características principales la sensibilidad para detectar y responder a las necesidades del peque. Para ello, y como explicaba Rafa Guerrero, primero tenemos que estar presentes, pero también accesibles. Así pues, cuando nuestro peque está llorando pero nosotros no estamos prestando atención porque estamos con el móvil y el piloto automático, no podemos ser responsivos, pues no estamos ni detectando ni atendiendo las necesidades del peque. Aparte de las necesidades físicas (alimentación, sueño, higiene) se deben cubrir también las emocionales, aquellas en las que el apoyo y las bases sólidas son más difíciles de crear y sostener. Cuando una niña nos lanza un mensaje de que le ha preocupado algo en el cole, y su papá o mamá la atienden, o le dicen que no es el momento pero que en cuanto lleguen a casa en calma hablarán sobre ello, esta peque entiende que se preocupan por ella, que sus sentimientos son validados y que puede conseguir ese apoyo emocional, por lo que tenderá a repetir las mismas actuaciones cuando tenga otro problema. Por nuestra parte, leer que necesita apoyo, buscar el momento idóneo y brindárselo, es actuar de manera responsiva. 

Consistencia y predictibilidad

Mary Ainsworth, famosa por su experimento de la situación extraña y el análisis de los tipos de apego, describió que "La consistencia en la disponibilidad y respuesta del cuidador proporciona al niño un sentido de seguridad y previsibilidad en su entorno." Los niños y niñas que experimentan rutinas y estructuras consistentes tienden a desarrollar un sentido de confianza y seguridad en sus relaciones. Volviendo al ejemplo de antes, como niña, y tras varias interacciones con mis progenitores con una respuesta activa a nivel de escucha, cuando tenga un problema podré predecir que me van a ayudar, o que puedo recurrir a ellos, por lo que me hará sobrellevarlo de manera más exitosa y conseguiré calmarme y centrarme en la búsqueda de soluciones.

Ambiente seguro y estable

Donald Winnicott señala que "El niño necesita sentir que su ambiente es un lugar seguro donde puede explorar y experimentar sin temor." Un entorno físico y emocional seguro es esencial para que el niño se sienta protegido y confiado al explorar el mundo que lo rodea. Llegar a casa y soltar todas las emociones es lo que les pasa a muchos peques que experimentan cambios en el cole, o que sostienen la energía pero no la sueltan, implica que se abren emocionalmente. Esto, aunque muchas veces nos pueda pesar, sobre todo cuando su cansancio se junta con el nuestro y requieren de un esfuerzo extra para que actuemos de corteza prefrontal, es una señal de que contigo están seguros o seguras.

Apoyo para autonomía y exploración

Permitir al niño explorar y descubrir el mundo a su propio ritmo fomenta su independencia y autoconfianza. Esto es lo que se trata de conseguir en un ambiente Montessori. En este caso, por parte de las figuras de referencia, a veces tenemos que añadir una cucharadita más de confianza a la receta y hacer un trabajo personal para no establecer relaciones con los miedos del pasado. Por ejemplo, en mi caso, no tengo un buen recuerdo de las clases de natación como niña. Seguramente, cuando en el futuro tenga que llevar a mis peques de natación, me costará más no ser sobreprotectora si veo que lo pasan mal que cuando los lleve al cole, porque para mí fue un lugar seguro y sobre el que tengo buenos recuerdos. Sin embargo, es superimportante que noten que nosotros confiamos en lo que hacen, en donde van y a lo que se exponen, para que los mensajes enviados no sean contradictorios.  Fomentar la autonomía significa permitir al niño tomar decisiones apropiadas para su edad y nivel de desarrollo, pero también tenemos que tener en cuenta que hay decisiones que todavía no están capacitados para tomar (como por ejemplo, decidir si ir al colegio o no). La libertad se define en base a su responsabilidad, a la capacidad de razonamiento, impacto de las actuaciones, etc., y esta parte debe ser elaborada y meditada por las figuras adultas.

Empatía y afecto

El afecto y la empatía ayudan a establecer una conexión emocional sólida entre el cuidador y el niño, proporcionando un sentimiento de aceptación y valoración. Mary Ainsworth lo demostró, y vio que se puede predecir el tipo de apego al analizar las reacciones de los bebés al tener la presencia o ser abandonados por sus referentes.  Cuando un cuidador muestra amor, cariño y comprensión hacia el niño, se establece una conexión emocional fuerte. Esta conexión proporciona al niño una sensación de aceptación y pertenencia.

En resumen, el apego seguro se construye sobre la base de la sensibilidad y responsividad del cuidador, la consistencia y previsibilidad en las interacciones, la creación de un ambiente seguro, el apoyo a la autonomía y exploración del niño, así como la expresión de afecto y empatía. Estas bases, respaldadas por teorías de destacados expertos en el campo del desarrollo infantil, proporcionan un marco sólido para fomentar relaciones seguras y enriquecedoras entre cuidadores y niños.

No me gustaría finalizar este episodio sin comentar un resumen de lo que para mí significa el apego seguro, y creo que demuestra la diferencia entre proteger y sobreproteger. La frase "Apego es dar raíz y alas" es atribuida a Pedro Brañas, un reconocido psicólogo y autor español especializado en temas de crianza y desarrollo infantil. Siguiendo con la metáfora de que plantamos semillitas, podemos imaginar a nuestros futuros árboles.

"Dar raíz" implica proporcionar un ambiente seguro y amoroso donde el niño se sienta protegido y cuidado. Esta "raíz" es la base desde la cual el niño puede crecer y explorar el mundo de manera segura y confiada. Cuando un niño se siente arraigado en un ambiente de afecto y seguridad, desarrolla una base sólida para su crecimiento emocional y social.

Por otro lado, "dar alas" se refiere a fomentar la independencia y la autonomía del niño. Significa permitirle explorar, aprender y desarrollarse de manera independiente, alentando sus habilidades y talentos únicos. Cuando un cuidador proporciona "alas", está empoderando al niño para que se convierta en una persona segura de sí misma y capaz de enfrentar los desafíos que la vida pueda presentar. Esta frase destaca la importancia de equilibrar la protección con la libertad para explorar y crecer.

Si quieres leer o escuchar más ejemplos sobre todo este proceso de acompañamiento, cómo nos puede influir el tipo de educación que hemos recibido, y herramientas prácticas… te recomiendo, si aun no lo has hecho, suscribirte al hilo de emails. Te ayudará a entender el origen de muchas cosas y los miedos a los que nos enfrentamos a veces y que condicionan nuestra manera de ver el mundo y de abrir puertas, o cerrarlas, a nuestros peques.

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