Si quieres continuar creciendo y acompañándome en este camino... puedes apoyar la preventa de mi nuevo libro, "Claves para una educación en positivo"

Quiero el libro

Hoy no he podido😔. ¿Cómo gestiono la culpa?

Laura

3 mar 2022

¡Hola! Hoy vengo, más que a darte más trucos, a hacer un autoanálisis de mi proceso y a contarte cómo lo estoy intentando gestionar. Si te apetece quedarte, creo que quizás te puedas sentir comprendido/a o identificado/a, y si no, entiendo que te importe entre mucho y un montón (mi madre se estará riendo al leerlo porque esta expresión la usamos cuando viene significando ‘una 💩’).

Como te decía al inicio del post, hoy no he podido con todo. Llevamos un tiempo preparando ciertas cosas en el cole, mezclado con eventos extra, motivos personales, días ajetreados, algunos conflictos en clase… y hoy ha sido uno de los días en el que he sentido que mi paciencia terminaba al -5%. Me he sentido irascible, con el piloto automático y me he encontrado al final del día diciendo algún que otro “cuántas veces hemos repetido X” y esos tópicos en los que caemos cuando ya no estamos dirigiendo el mensaje desde la calma. 😅 Hay momentos en que tenemos esta sensación cuando ya se está terminando el día, y hay otros en los que nuestra jarra está rebosante ya desde las diez de la mañana, y necesitaríamos que nos cuiden en vez de seguir cuidando.

Cuando la culpa nos visita

Después del Señor Malestar, como el cuento de Joan Turú y Miriam Tirado, ha venido a visitarme la culpa. Me he quedado un rato reflexionando en clase e intentando lidiar con ella. Así como a veces no me gusta aceptar a mi enfado, y me cuesta, a la culpa la recibo con los brazos abiertos y dejándola que entre en profundidad. Así, el tiempo que lo necesite y machacándome por los “debería” y los “no tendría que haber…”. Esta imagen que pongo a continuación, del libro “El laberinto del alma”, de Anna Llenas, me parece muy representativa de la carga emocional que supone:

Cuando ya estaba un poco más en frío y ya me había reñido a mí misma unas cuantas veces, he intentado focalizar los esfuerzos en buscar un enfoque en soluciones en lugar de seguir culpabilizándome. Primero, he intentado resolver mi propia lucha personal y validar los sentimientos que me estaban abrumando en ese momento. La intensidad ha bajado. Me he reconocido a mí misma que no había actuado de la mejor manera. Después, he bajado un poco el grado de firmeza respecto al perfeccionismo y una parte de mí le está intentando pedir perdón a la otra por juzgar. Podría decir que he dado el paso de reconciliación. Aunque me cuesta mucho bajar las expectativas frente a mis propias actuaciones, sigo en el proceso de intentar ser tan tolerante como mis errores como lo sería con el de las otras personas, porque… ¿cuántas veces nos castigamos incansablemente por algo que perdonaríamos en otra persona en cuestión de segundos? Tras esto, llega el momento de resolver y centrarse en soluciones, como intentar hacer cosas esta tarde para volver a recargar energía y afrontar mañana de una manera diferente (a mí concretamente escribir me ayuda a liberar bastante).

¿Quieres que te avise con cada post nuevo que escriba?

Para soltar un poco de las piedras que llevamos encima, una de las estrategias que intento poner en práctica es relativizar, cosa que en el momento en el que estoy con los pensamientos satélites me cuesta. Si queremos que los peques aprendan que el error es parte del aprendizaje, que no es algo malo ni penalizable, que nos debemos centrar en la solución… lo tienen que ver en nosotros. Y son los momentos de conflicto y en los que estamos más al límite aquellos que nos dan más oportunidades para entrenar las habilidades de vida (en nosotros y en ellos). Para quitarle intensidad a los pensamientos (es lo que tiene ser PAS🙄), intento transitar mucho entre el “ser” y el “estar”. Sentencias como el “no me reconozco”, “yo no SOY así”... pueden hacer bastante daño, así que intento pensar que no soy torpe si no que hoy he estado torpe, que no soy gruñona, sino que he estado de peor humor. El estar nos da más capacidad de cambio y de posibilidad de acción que implantarnos en el ser. Veremos más adelante las consecuencias de las etiquetas en el autoconcepto y la autoestima de los peques.

En resumidas cuentas, quería decirte que es normal que haya días en los que nos sintamos así. Está bien no poder con todo, y contarlo, y sentirse apoyadx. ¿O acaso no da rabia ver a una instagrammer con una casa perfecta, todo recogido y sus hijos impecables cuando has tenido un día de caca, estás agotado/a y además tu peque no ha querido cenarse el brócoli?

Como Marisa Moya nos decía, en la disciplina positiva no hay otra estrategia que no sea pico y pala, y en ocasiones retroexcavadora. Aunque nos sintamos fatal porque no siempre llegamos a manejar los conflictos como desearíamos, parar y darnos cuenta de que hay algo que no nos ha gustado para poder trabajar por deconstruir y rectificarlo, es estar ya a medio camino. Cuando te sientas desesperanzado/a, haz balance y fíjate también desde que empezaste en cuántos conflictos has podido gestionar desde la calma y sabiendo lo que hacías y por qué, sin permitir que el piloto automático saltase. Quizás son más de los que crees…

Aprendiendo de los peques

Por cierto, solo por si quieres saber cómo ha terminado esto… Cuando he salido un rato después, todavía quedaban dos de mis peques en el cole jugando. Los dos me han dicho adiós con una sonrisa de oreja a oreja y han venido a abrazarme. Así que me quedo con tres conclusiones, dos de ellas gracias a ellos:

Para poder conseguir que ellos focalicen en solucionar los errores y no se culpen, primero tengo que seguir trabajándolo en mí.
Cuánto tenemos los adultos que aprender de la incondicionalidad y la capacidad de perdón de los niños/as.
Sigo pensando que mi trabajo es el más bonito del mundo.🥰

Espero que mi experiencia te haya servido, aunque sea un poquito, para que a la próxima tú también intentes perdonarte y te trates de manera amable. Si lo podemos hacer con todxs, también deberíamos con nosotrxs mismos. Escúchate y encuentra tu manera de volver a rellenar tu jarra de la paciencia.

Si te gustaría hacer una consulta sobre cómo abordar ciertas situaciones y cómo poder prevenir o gestionar algunos conflictos… estaré encantada de ayudarte.📩 ¡Hasta la próxima! 👋🏻

Sumérgete en el mundo de la crianza respetuosa conmigo 🥰

Si te encuentras en la situación de:

👨‍👩‍👧‍👧 Querer aprender más sobre ti mismo/a y ser mejor persona y miembro de tu familia.

👶🏼 Saber que quieres darles a tus peques algo diferente de lo que recibiste en tu infancia.

❤️ Resolver tus dudas sobre la disciplina positiva y la educación Montessori.

🛠️ Ganar herramientas para resolver conflictos y entender la perspectiva de tus peques.

¡Tengo algo para ti!

He estado recopilando mitos/creencias sobre estas disciplinas para poder explicarte cómo realmente funcionan y que puedas entenderlo con contexto. Para ello, sólo tienes que suscribirte a una serie de emails en el botón a continuación

📧 Es un recurso totalmente gratuito y podrás elegir la frecuencia con la que quieres recibirlo 😊. 3, 2, 1… ¡vente conmigo! 🌈

Lo más nuevo