¿Puedes enseñar a tu peque a ser feliz?
Laura
6 nov 2022
¡Hola, hola! Hoy sacamos a debate un tema bastante etéreo… La felicidad: ¿Qué es ser feliz? Solo el sentimiento de la palabra ya nos evoca sensaciones en el cuerpo, como serenidad, anhelo, fortuna, placer… Todos/as conocemos y tenemos muy presente lo que es, cómo se exterioriza, que está ligado a sonreír, a tener ganas de afrontar los retos, a querer compartir… pero cuando alguien nos pregunta “¿Qué te hace feliz?”, normalmente nos quedamos parados viendo cómo poder resumir o verbalizar todo aquello que nos lo provoca. Ahora bien, ¿la felicidad se busca o se encuentra?, ¿es cuestión de suerte o se trabaja?, ¿es realista pensar que se puede conseguir una felicidad permanente? Y lo que más nos preocupa… ¿Cómo podemos conseguir que nuestros peques tengan una infancia y una vida que se caractericen por este sentimiento?
En el libro que comentábamos la semana pasada, Cómo hacer que te pasen cosas buenas, la autora menciona que la felicidad no es lo que nos pasa sino cómo interpretamos lo que nos pasa. De un mismo hecho objetivo como puede ser un día de lluvia, una persona que tenía planeada una actividad al exterior puede pensar que va a ser un día horrible y que hasta que el tiempo no cambie no se puede hacer nada por remediar este mal humor, y otra persona puede pensar que un descanso le vendrá bien y agradecer el poder hacer un plan repentino (como por ejemplo llegar antes a casa y retomar una lectura pendiente) que de otra manera no le hubiera nacido.
En el libro se hace una distinción entre la felicidad placentera o momentánea (la que nos podría producir el comprar algo que nos hace mucha ilusión) y la felicidad estructural, la cual se mantiene a largo plazo y depende en gran medida de nuestras ideas o creencias, del trabajo, de la familia, etc. Y este segundo componente es el que queremos potenciar en nuestros peques. Cuando la felicidad estructural y sostenida (la cual tiene mucho de cómo afrontamos o vemos la vida) no se da, es fácil caer en adicciones que nos aíslen o aplacen el sufrimiento y que generen bienestar momentáneo para suplir la falta de sentido que encontramos.
Me viene a la mente un ejemplo bastante recurrente: es el cumpleaños de nuestro peque, o Navidad, y Azucena (4 años), después de abrir como 10 regalos, los ha ido colocando sobre la mesa como si se tratara de una cadena de producción. Algunos que han sido ropa le han gustado menos que otros que eran juguetes, y al acabar sentencia “¿Ya está? ¿No hay más?”. Se enfada y no quiere jugar con nada, e incluso puede empezar a llorar por la frustración. Oops 🤭 Ante este comportamiento, papá o mamá seguramente se enfaden y vengan pensamientos inmediatos como “es que no sabe dar valor a las cosas”, “es una consentida”, “yo a su edad no tenía tanto”... los cuales pueden venir, o bien continuados por gente de alrededor con la típica frase que diría mi abuela, “el demasiado bien hace mucho mal”, o gente que le quite hierro al asunto porque vea que es una niña pequeña que no ha tenido filtro. En ese momento, la peque está haciendo frente a la insatisfacción sentida al desvanecerse esa felicidad placentera que estaba sintiendo en su cuerpo. La misma sensación producen el alcohol, el tabaco, las pantallas, el consumo de otras sustancias, las compras compulsivas…
¿Qué cosas podemos hacer para educar en la “cultura de la felicidad”?
Escribiendo el post sobre encontrar el motor de nuestra vida, no pude evitar acordarme de mi pareja y de cómo él entiende este concepto y cómo se relaciona en su caso con la felicidad. Aunque contar cosas sobre mí o gente cercana me dé mucha vergüenza, creo que es un ejemplo claro. Es bastante cómico, porque algunos amigos o gente de su empresa le dicen que no tiene 27 sino 87 años, por su filosofía de vida. 🤣 Él repite frecuentemente que se podría morir mañana tranquilo porque está donde quiere, dedicándose a lo que le apasiona, haciendo las cosas que le gustan y compartiéndolas con quien le apetece. Que alguien con esta edad haya conseguido llegar a ese nivel de felicidad estructural y construir una base tan sólida con esa creencia… es tener bastante recorrido. Y, en su caso, ha tenido mucho más de búsqueda que de fortuito.
¿Quieres que te avise con cada post nuevo que escriba?
Los peques, por naturaleza, cuando sienten cariño y tiempo por parte de la familia, son felices de por sí. Con sus rabietas y con muchas otras cosas, pero casi todos mantenemos un recuerdo feliz de la infancia. Nuestro cerebro hace por guardar y registrar las cosas buenas que nos pasaron. 😊. ¿Qué cosas puedo intentar propiciar para que este sentimiento se enraíce y puedan construir su propia felicidad?
Permítele sentir, explorar, distinguir. Una de las primeras cosas que tenemos que tener en cuenta, es que la felicidad no es ni eterna ni siempre se puede conseguir ni controlarla. No podemos invalidar el resto de emociones ni establecer la creencia de que no somos merecedores de no sentir otra cosa excepto felicidad y privilegios. Recuerdo que en el cole sacaba buenas notas con facilidad, y, como todo el mundo, de vez en cuando salía de algún examen con malas sensaciones porque no me había salido como yo quería. Había gente en mi entorno que se burlaba y decía “¿Qué es para ti que te salga mal, sacar un 8?🙄”, invalidando que eso me pudiera provocar malestar. Cuando Laia, con 9 años, no tiene las herramientas para gestionarse y se enfada porque no le han comprado la Nintendo como a su amigo, no le vale en ese momento el consuelo de “yo a tu edad no lo tenía”, o “hay gente que no se lo puede permitir”. No como invalidación de los sentimientos, porque al final lo importante es que aprenda a gestionar el límite, a ver lo que le produce, y después ya lo analizará desde la parte racional. Esto nos lleva al paso dos:
Relativizar y poner las cosas en valor. Este proceso es algo diferente al punto anterior. Es muy importante descubrir lo afortunados que somos, apreciar los detalles, poco a poco trabajar en el esfuerzo de tiempo, económico, y muchas más cosas para educar en la generosidad y en apreciar lo que los demás hacen por nosotros. Sin embargo, esto no quita que ambos puntos sean complementarios. Déjame ejemplificarlo: Javier es un niño cuyos padres tienen buen nivel adquisitivo y posee muchos cuentos, ropa, juguetes... Por necesidad de hacer limpieza y por ayudar a alguien, su familia le ha propuesto que escoja algunos que ya no quiere para poder donarlos a su antiguo cole. Él se muestra reticente y al principio no quiere dar nada, lo quiere todo para él. Podemos encontrarnos con la reacción por parte de los padres de “todos los problemas fueran esto”, “eres un desagradecido” (esta expresión está en el top 3 de las que más gracia me hacen cuando los niños/as son tan pequeños que no les da ni para entender el significado), etc., seguida del adulto cogiendo una bolsa con esos juguetes o libros y haciéndolos desaparecer de la habitación.
Sin embargo, también podemos abordarlo de la siguiente manera: mamá está a su lado y lo ayuda a validar y a expresar que muchas veces deshacernos de posesiones cuesta mucho, pues lo recordamos con cariño, pero que es importante abrir paso a nuevas cosas. Deja un tiempo para que Javier se haga a la idea, y cuando lo ve más abierto entre ambos dialogan sobre el bien que esos libros pueden hacer a otras personas y finalmente dan el paso de escogerlo juntos y despedirse de ellos.
Practicar el agradecimiento. Se oye bastante aquello de “uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, y la verdad es que acostumbrarse a la buena vida cuesta poco. No somos conscientes de la suerte que tenemos cuando todo nuestro cuerpo tiene buena movilidad hasta que nos lesionamos, de poder permitirnos participar en varias extraescolares hasta que alguien pierde el empleo y toca recortar… y muchos otros ejemplos. Practicar un pequeño agradecimiento cada noche, antes de acostarnos, haciendo repaso de algo que nos haya hecho sentirnos felices, hace que nos fijemos en los pequeños detalles y pongamos en valor los pequeños placeres.
Disfrutar del momento presente. Mi madre se reirá al leerlo porque desde bien pequeña mi frase era “¿y luego de esto qué hacemos?”. La mayoría de nuestras preocupaciones y nuestras energías se destinan al pasado o al futuro. Con estos ritmos de vida cuesta parar, disfrutar del presente y poner nuestros sentidos en ellos. Intenta ofrecerles calidad a tus peques, llevar actividades a cabo que requieran de presencia y conexión, de estar aquí y ahora. La meditación y el mindfulness están muy en auge en nuestra sociedad porque el ritmo que llevamos ha hecho que los niveles de depresión y ansiedad suban hasta porcentajes desmesurados, y que estas prácticas nos resulten de las pocas con las que conectamos con nuestras sensaciones y que nos resulten costosas por no hacerlo a menudo. El futuro no se sabe, pero llevar a cabo un presente y un día a día que nos provoque esa sensación de felicidad, es casi más importante.
Guiarlos/as en su propio camino. A cada uno le provocan felicidad unas cosas, y compartir momentos placenteros en familia es esencial. Al igual que el propósito de vida, la felicidad estructural es algo que tendrán que construir a poquitos, contando con tu confianza y tu apoyo para momentos en los que se tambalee, y quizás aprovechándose de tu experiencia. Deja que busque sus gustos, que se esfuerce, que descubra la satisfacción de conseguirlo por uno mismo… y respeta que las creencias o las elecciones que le provoquen felicidad sean distintas a las tuyas. Que estableciera su felicidad en base a lo que te gusta a ti, sería supeditar su vida a tu aprobación constante. ¡Tiene que volar!
Y para terminar, te dejo una cita que me ha gustado especialmente:
"Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias", John Locke.
¡Espero que hoy prestes atención aunque sea a una pequeña cosa que vaya hacer tu día un poquito más feliz! ¡Hasta pronto! ❤️
Sumérgete en el mundo de la crianza respetuosa conmigo 🥰
Si te encuentras en la situación de:
👨👩👧👧 Querer aprender más sobre ti mismo/a y ser mejor persona y miembro de tu familia.
👶🏼 Saber que quieres darles a tus peques algo diferente de lo que recibiste en tu infancia.
❤️ Resolver tus dudas sobre la disciplina positiva y la educación Montessori.
🛠️ Ganar herramientas para resolver conflictos y entender la perspectiva de tus peques.
¡Tengo algo para ti!
He estado recopilando mitos/creencias sobre estas disciplinas para poder explicarte cómo realmente funcionan y que puedas entenderlo con contexto. Para ello, sólo tienes que suscribirte a una serie de emails en el botón a continuación
📧 Es un recurso totalmente gratuito y podrás elegir la frecuencia con la que quieres recibirlo 😊. 3, 2, 1… ¡vente conmigo! 🌈
Lo más nuevo
La clave para entender y ayudar a tu peque: la escucha activa.
La clave para entender y ayudar a tu peque: la escucha activa.
21 ene 2024
Cuidarse para cuidar. ¿Cómo está tu jarra?
Cuidarse para cuidar. ¿Cómo está tu jarra?
14 ene 2024
¿Qué es para ti Navidad? ¿Cómo enfocarla según Montessori?
¿Qué es para ti Navidad? ¿Cómo enfocarla según Montessori?
17 dic 2023
¿Son útiles los deberes en el aprendizaje? Las 5 preguntas que un docente debería hacerse
¿Son útiles los deberes en el aprendizaje? Las 5 preguntas que un docente debería hacerse
3 dic 2023
El aprendizaje socioemocional en el cole y en casa. Ayuda a tu peque a desarrollar su inteligencia emocional.
El aprendizaje socioemocional en el cole y en casa. Ayuda a tu peque a desarrollar su inteligencia emocional.
19 nov 2023
¿Qué son las pautas Montessori y cómo se trabaja la lectoescritura siguiendo el método Montessori?
¿Qué son las pautas Montessori y cómo se trabaja la lectoescritura siguiendo el método Montessori?
12 nov 2023
La importancia de los límites informados. ¿Imponer o dar seguridad?
La importancia de los límites informados. ¿Imponer o dar seguridad?
29 oct 2023
Las diferencias entre educar a corto y largo plazo. ¿Resultado o aprendizaje?
Las diferencias entre educar a corto y largo plazo. ¿Resultado o aprendizaje?
22 oct 2023
Matemáticas Montessori: ¡hazlo en casa!
Matemáticas Montessori: ¡hazlo en casa!
15 oct 2023
¿Por qué es importante que tu peque desarrolle su inteligencia emocional?
¿Por qué es importante que tu peque desarrolle su inteligencia emocional?
8 oct 2023