Si te digo la verdad, mis inicios en la especialización de la educación fueron un poco como quien activa el Google Maps para ir al chalet de un amigo y acaba viviendo una aventura. 🧭 (O como quien se inicia en el camino de la m/paternidad y cree que todo va a salir según lo planeado).

Primero vienen los planes, el buscar fecha y la ilusión por pasar el día en ese sitio. Laura, de pequeña, tenía muy claro que quería dedicarse a la Educación Infantil y que estudiaría eso en el futuro. 🏫 Te montas al coche, con las mochilas que tocan, el móvil cargado y todo listo para salir… Mis estudios, hasta llegar a Bachiller, estaban encaminados con el futuro que pensaba y el trabajo en el que me visualizaba.

De repente, el GPS suelta aquello de “recalculando recorrido” porque parece que se ha quedado sin cobertura. 🗺 Por alguna razón (años más tarde llegué a la conclusión, pero eso es una historia de otro día 🙃), decidí cambiar mi ambición y meterme a estudiar Traducción e interpretación. De repente, la nueva ruta te lleva por carreteras estrechas y con muchas curvas, y empieza a entrarte la inseguridad de saber si a casa de tu amigo se llegaba por ahí. Veía que todo el mundo lo tenía muy claro, como las personas que van en tu coche disfrutando de la música y sin mirar la carretera, pero tú no ves la hora de llegar ni el camino correcto. Imaginarme traduciendo textos en una biblioteca o dando clases a personas adultas me quitaba las energías. 🔋

Toca parar a repostar, y en ese momento decides llamar a tu amigo para comprobar que todo va bien. 📲 Aunque todos tus amigos van despreocupados, tú nunca has llevado muy bien la impuntualidad, por lo que ver que la hora de llegada se está retrasando minuto a minuto no te deja pensar con mucha claridad. Ya casi no tienes ganas de hacer la excursión. 😰 En su momento, me costó mucho dar marcha atrás y afrontar que “había perdido un año”, o que había tomado una decisión diferente a lo que siempre había querido, reconocer que era un error… eran pensamientos que me frenaban a volver a subirme al coche o, en este caso, a cambiar de carrera universitaria.

Finalmente, tu amigo te responde que te espera allí, que no te preocupes, y que queda el resto del día por disfrutar. 🤽‍♀️ Las preocupaciones van sonando más lejanas y entonces decides olvidar los imprevistos y volver a reconducir el camino. Siri se encarga de acompañarte a tu destino.

Desde ese momento, inicié mi verdadera vocación y descubrí que nada de notas, tiempos, competición, motivación extrínseca… merecen la pena si uno verdaderamente no sabe lo que quiere hacer y a lo que se quiere dedicar. 💛 Encontré en Montessori y en la disciplina positiva una manera de conectar todavía más con la infancia y una profunda comprensión de los peques y sus derechos, y desde entonces intento acompañarlos tanto a ellos/as, como a familias y al profesorado para seguir trabajando en nuestra mirada a la infancia. 🌎